Los toros de El Ventorrillo han hecho gala de su velocidad: dos minutos 20 segundos. Las carreras han sido limpias, no ha habido heridos por asta de toro, pero si numerosas caídas; cinco personas han sido trasladadas al hospital.
Los seis toros de la ganadería de El Ventorrillo han realizado el encierro más velóz de los sanfermines 2009: dos minutos 20 segundos. El año pasado fue su debut y ya entonces demostraron su rapidez (dos minutos 40 segundos).
Los toros, dos colorados, dos castaños, un negro y un burraco, a pesar da su gran envergadura (pesaban entre 495 y 645 kilos), han demostrado su habilidad y velocidad durante toda la carrera. Durante prácticamente todo el encierro se han mantenido unidos y, a pesar de que al final de la calle Estafeta dos de ellos se han ido al suelo, acto seguido se han incorporado y en pocos segundos han conseguido reagruparse.
Los toros han abandonado los corrales de Santo Domingo agrupados y encabezados por los cabestros y, tras entrar en contacto con los primeros mozos, han enfilado este primer tramo sin hacer nada por ellos.
Un negro burraco ha resbalado mediada la cuesta de Santo Domingo sin llegar a caer al suelo y ha alcanzado rápidamente a sus hermanos, pasando todos juntos por la plaza del Ayuntamiento sin mayores incidencias.
En la calle de Estafeta se ha vivido un momento de peligro cuando un mozo ha tomado la curva por la izquierda y ha quedado entre la pared y los astados, que afortunadamente no han chocado contra el vallado como suele ser habitual.
La mayor parte de la calle Estafeta la torada ha estado agrupada, sin dejar huecos entre los animales, lo que ha dificultado más la carrera en este tramo, en el que se han registrado varias caídas. Al llegar a Telefónica se ha formado un montón de corredores caídos en el suelo sobre los que ha saltado uno de los cabestros sin llegar a pisara ninguno de ellos.
Los toros han continuado agrupados hasta entrar en el callejón. Mañana será el turno para los peligrosos toros de la ganadería Jandilla.
Los toros, dos colorados, dos castaños, un negro y un burraco, a pesar da su gran envergadura (pesaban entre 495 y 645 kilos), han demostrado su habilidad y velocidad durante toda la carrera. Durante prácticamente todo el encierro se han mantenido unidos y, a pesar de que al final de la calle Estafeta dos de ellos se han ido al suelo, acto seguido se han incorporado y en pocos segundos han conseguido reagruparse.
Los toros han abandonado los corrales de Santo Domingo agrupados y encabezados por los cabestros y, tras entrar en contacto con los primeros mozos, han enfilado este primer tramo sin hacer nada por ellos.
Un negro burraco ha resbalado mediada la cuesta de Santo Domingo sin llegar a caer al suelo y ha alcanzado rápidamente a sus hermanos, pasando todos juntos por la plaza del Ayuntamiento sin mayores incidencias.
En la calle de Estafeta se ha vivido un momento de peligro cuando un mozo ha tomado la curva por la izquierda y ha quedado entre la pared y los astados, que afortunadamente no han chocado contra el vallado como suele ser habitual.
La mayor parte de la calle Estafeta la torada ha estado agrupada, sin dejar huecos entre los animales, lo que ha dificultado más la carrera en este tramo, en el que se han registrado varias caídas. Al llegar a Telefónica se ha formado un montón de corredores caídos en el suelo sobre los que ha saltado uno de los cabestros sin llegar a pisara ninguno de ellos.
Los toros han continuado agrupados hasta entrar en el callejón. Mañana será el turno para los peligrosos toros de la ganadería Jandilla.
Fuente: EITb.com
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