El aspecto medieval que conserva el casco histórico de la villa más antigua de Biskaia, sumado a la participación masiva de sus habitantes, hacen que el mercado medieval de Balmaseda, sea uno de los mejor ambientados
Desde el año 1999, fecha en la que se cumplieron 800 años de su fundación, Balmaseda celebra su tradicional Mercado Medieval en el casco histórico de la ciudad, que durante un fin de semana variable del mes de mayo, queda cerrado al tránsito.
El centro del mercado medieval se instala en la plaza de San Severino, sin embargo, los puestos se extienden a lo largo de las calles adyacentes y alcanzan a las plazas San Juan y de Los Fueros, que también les dan cabida.
Lo más característico del mercado medieval de Balmaseda, que lo diferencia de otros de su tipo, es la puesta en escena de una representación con un elenco de casi medio millar de actores, que dan vida a una recreación histórica de la ciudad.
Cada año las calles empedradas de Balmaseda, declaradas bien de interés cultural, reciben la visita de más de 100.000 personas, que llegan a su mercado medieval en busca tanto de entretenimiento, como de productos artesanales de calidad.
A los habituales espectáculos se suman más de un centenar de puestos de artesanías, dónde están representados una gran variedad de oficios artesanos, en talleres de armería, herrería, escritura gótica, cerámica, hilandería, cestería, acuñación de monedas, tallado de madera, soplado de vidrio y muchos más.
Por zonas se pueden recorrer los diferentes puestos representativos de las diversas culturas que conviven en Balmaseda.
Entre los productos elaborados artesanalmente, se encuentran caramelos, dulces y pasteles, té, hierbas aromáticas, hierbas medicinales, quesos, perfumes, artesanías en madera, cuero, cristal y piedra, bisutería, inciensos, velas y hasta ropas medievales.
Fotografias de Maitagarri UB
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