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jueves, 5 de mayo de 2011

LA HORA DE LA UNIDAD ABERTZALE por Gorka Knörr (*)

Frente al perfeccionamiento del sueño de Aznar, Oreja y demás adláteres, podemos y debemos garantizar una gobernanza democrática en Euskadi. Estrujemos el ingenio para que la voluntad democrática de los ciudadanos se haga realidad
La verdad es que se hace difícil escribir con la cabeza fría después de conocer la impresentable decisión del Tribunal Supremo sobre las listas electorales de Bildu. El que esto escribe ya estaba en contra de la violencia allá por el año 1970, cuando a la sazón estaba preso en Martutene por manifestación ilegal. Faltaban unos años para que algunos de los que hoy tanto hablan de víctimas dejaran de condescender con ETA o para que abandonaran sus respectivas pistolas un conspicuo y actual colaborador del PP en la Comunidad de Madrid, o una directora general, también a día de hoy, del Gobierno de Patxi López.
Fui también, durante cuatro años, secretario general de Eusko Alkartasuna, un partido del que estos días hasta el mismísimo Patxi López ha tenido de reconocer en público su larga trayectoria de compromiso con la democracia y la no-violencia. La verdad es que se ha echado en falta que Patxi López dijera eso mismo, de EA y de todos los que han conformado las listas de Bildu, en el Comité Federal del PSOE. O que el consejero de Interior del Gobierno vasco dijera algo parecido -también es miembro del Comité Federal-, en lugar de enviar a la Fiscalía un infumable informe, en el que hay indicios tan categóricos para descalificar a posibles "contaminados" en las listas, como su simpatía con Batasuna hace ni más ni menos que treinta años o más.
Alguno quizás se sorprenda, pero es que los informes de la Fiscalía, mayormente redactados por la Guardia Civiil, están llenos de tan irrefutables muestras. Por ejemplo, de la lista presentada por Bildu en Azpeitia, se acusa a cuatro integrantes de haber avalado la lista de D3M. La cosa no tendría su qué, si no fuera porque fueron muchas decenas de miles de ciudadanos los que hicieron eso mismo, y entre ellos muchos pertenecientes a formaciones ya legalizadas. Pero así se escribe esta vergonzosa historia.
No hay que darle más vueltas. Todo esto no es sino el perfeccionamiento de la estrategia de Jaime Mayor Oreja para amputar el mapa político vasco, y obtener una mayoría PP-PSOE que nunca obtendrían por procedimientos democráticos. O, mejor dicho, el perfeccionamiento de la primera parte de la estrategia, porque no hay que olvidar que el sueño de Aznar, Oreja y demás adláteres no era otro que el conseguir la eliminación electoral del nacionalismo vasco, presentándolo como connivente con el terrorismo.
Ya se sabe que todo vale para acabar con el nacionalismo/independentismo vasco, por más que históricamente haya sido un movimiento pacífico en su inmensa mayoría, y sujeto de cárcel, exilio, asesinatos... por parte de los antecesores directos de la derecha política española, para más inri. Y ahora resulta que cuando todo apunta clarísimamente a la desaparición de ETA -pendiente de una negociación técnica entre ETA y el Gobierno-, ya no vale ni tan siquiera el posicionamiento firme contra la violencia del partido Sortu -que lo explicitó todavía más, llegando a decir públicamente que expulsarían del partido a quien no rechazara la violencia-; ni que se hayan tenido que pronunciar ya varias veces, a requerimiento de los inquisidores de turno (gobierno español, PSOE, PP, UPyD...), ni que la coalición Bildu haya llevado a cabo, también, posicionamientos expresos. Hay que impedir la mayoría abertzale en Euskadi, cueste lo que cueste.
Los magistrados del Tribunal Supremo, dispuestos a cercenar el derecho a la representación política de millares y millares de ciudadanos de Euskadi, no reparan en nimiedades como la democracia, el derecho a sufragio activo y pasivo y otras pequeñeces. Si han estado presididos hasta hace bien poco por un señor que ha dicho sin rubor que "Franco no se portó tan mal con la Justicia", ¿qué cabe esperar?
Yo, que abandoné Eusko Alkartasuna por discrepancias políticas y por haber sido maltratado por una parte significativa de su Ejecutiva, debo decir que hoy me solidarizo con sus militantes y dirigentes, víctimas de un tribunal digno de una dictadura de república bananera, dicho sea con todos los respetos a los países bananeros. Y lo mismo digo de los compañeros de Alternatiba y de todos los integrantes de las listas de Bildu. Y quiero rendir un público homenaje a tantos y tantas militantes de EA que, contra viento y marea, han peleado durante tantos años, y a veces sufriendo no solamente la incomprensión, sino además la agresión directa de los de casa, o la política y judicial de la de los partidos y gobiernos españoles de turno, por defender todos los derechos para todas las personas.
Es la hora también del PNV, Aralar y demás fuerzas abertzales. Si se quiere, estamos a tiempo de diseñar una estrategia y firmar unos compromisos para hacer frente a esta agresión antidemocrática tan genuinamente colonialista. Podemos y debemos garantizar una gobernanza democrática en Euskadi. Estrujemos el ingenio para que la voluntad democrática de los ciudadanos se parezca el máximo posible a la realidad. Por ejemplo, garantizando un voto abertzale unitario, votando unas listas en unos municipios y otras en otros, llegando, si hace falta, a retirar candidaturas aquí o allá. Y pactando renuncias de electos hasta completarlas con miembros de las candidaturas que no se hayan podido presentar. La unidad abertzale para dinamitar la estrategia tardofranquista del PP y del PSOE.
Si no somos capaces de actuar de forma unitaria ante tan nítida estrategia españolista, nos mereceremos sus resultados.
Quienes me conocen saben que jamás he sido condescendiente con la izquierda abertzale y su indefinición ante ETA, ni con su pretensión de pretender imponer sus criterios cuando han sido los últimos en alejarse, por fin, de la pesadilla de la violencia, ante la que callaron demasiado. Pero creo que ante una situación como la que deviene de la sentencia del Tribunal Supremo, los abertzales no debemos sino unir fuerzas y hacer añicos la estrategia neo-colonalista del PP y del PSOE.


(*) GORKA KNÖRR, EX SECRETARIO GENERAL DE EUSKO ALKARTASUNA


Artículo de Opinión publicado en la Edición Digital de DEIA el 5 de mayo de 2011.-

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